jueves, 7 de julio de 2011

El ejercicio y el corazón

El ejercicio y el corazón:

El mantenimiento de la armonía entre las estructuras, funciones y secreciones del cuerpo humano se ve favorecido en gran parte por la realización de actividades físicas cotidianas. Sin embargo, la recomendación de realizar deportes u otros ejercicios tiene que ser supervisado siempre por un médico, pues pueden existir ciertas restricciones.

El corazón juega un papel preponderante en estas situaciones, antes de comenzar una nueva rutina de entrenamiento deportivo es importantísimo revisar el funcionamiento de este órgano. Existen ciertas patologías como la insuficiencia cardíaca cuyo fracaso por parte del corazón para bombear sangre de manera correcta y suficiente impide una irrigación que garantice la nutrición de todos los tejidos. Este estadio muchas veces puede evitarse con la dieta equilibrada, un buen aporte vitamínico, la práctica de deportes desde la niñez, entre otros. No obstante, también se han hallado otras causas como las infecciones virales, problemas congénitos cuya prevención es difícil o no viable, en estos casos el tratamiento a seguir por parte del paciente será el agente encargado de devolverle la normalidad.


Es importante tener en cuenta que el tejido cardíaco es el causante de las contracciones, a diferencia de lo que sucede en el músculo esquelético (bíceps, tríceps, cuádriceps, abdominales, etc), en el músculo cardíaco la contracción no se debe a un estímulo nervioso sino a la capacidad intrínseca que posee cada fibra cardíaca de contraerse a causa de un estímulo generado en el mismo corazón (nódulo sinusal). Por esta razón, el mantenimiento de la salud de su tejido es fundamental para evitar accidentes cardíacos como puede ser un infarto.

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