Así como existen personas dispuestas a seguir una rutina y dietas para adelgazar también existen personas delgadas que intentan subir de peso.
Muchas veces se ha dicho, con mucha verdad, que subir de peso cuesta más que bajar kilos. Esto se debe a que no todos los metabolismos son iguales.
Algunas personas son delgadas simplemente por una alimentación insuficiente. Otras por una cuestión genética en la que la acumulación de grasas no tiene gran prominencia.
Para ello es bueno tener en cuenta ciertos items:
Primero, visitar al médico para que mediante un perfil y chequeo determine si la causa de la delgadez es genética o algún trastorno metabólico. A veces una glándula tiroides excitada puede generar un cuadro de bajo peso. También lo puede hacer la diabetes, una alimentación insuficiente, etc.
Segundo, hacer del deporte un aliado. Si los niveles de grasa acumulada son bajos entonces un entrenamiento anaeróbico centrado en el peso libre y demás actividades que se pueden realizar en un gimnasio pueden servir de mucha ayuda para ganar volumen, fuerza y vitalidad.
Tercero, recurrir a un nutricionista para que determine la dieta ideal a seguir.
Cuarto, no saturarse con comida ni exagerar en la ingesta de alimentos ricos en grasa. Eso solo consigue dañar el equilibrio del cuerpo y probablemente el funcionamiento del hígado. Siempre intentar seguir una dieta recomendada por un profesional.
Quinto, tener cuidado con los suplementos alimentarios que prometen elevar el peso. La mejor forma de aumentar el peso es mediante la dieta, lo mejor es evitar los suplementos artificiales a menos que su médico lo apruebe.
Sexto, no obsesionarse. El proceso requiere de constancia y autocontrol.
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