Una fractura es la pérdida de continuidad de la masa ósea. Su clasificación depende de la posición en que quedan los huesos y de las heridas que estos provocan. Las causas de estas son generalmente golpes.
Tipos de fracturas:
- Fractura cerrada: la piel no muestra heridas
- Fractura expuesta o abierta: los huesos hieren la piel al romperse.
- Fractura alineada: los fragmentos de los huesos no se mueven
- Fractura desplazada: los fragmentos de huesos se desplazan debido a la tracción muscular.
- Fractura Conminuta: cuando existen múltiples fragmentos óseos (es conocida como fractura múltiple)
- Fracturas vitales: son muy graves ya que comprometen la vida de la persona, se debe solicitar ayuda médica inmediatamente.
- Fracturas funcionales: la función del miembro afectado está en peligro
- Fracturas simples: son las fracturas simples que no comprometen la vida del paciente ni la funcionalidad de la zona afectada.
Síntomas de las fracturas:
Los síntomas de una fractura son la deformidad de la zona afectada, dolor intenso, inflamación, amorotonamieno e imposibilidad de mover la región.
Ante una fractura, en lo posible no se debe movilizar al fracturado, quitar todos los accesorios (como por ejemplo, alhajas) que puedan afectar la zona, inmovilizar la región afectada y llamar a una ambulancia. Si no es posible contactar un servicio de urgencia que lleve al paciente a algún centro médico, se debe proceder al traslado elevando la extremidad con problemas por encima del nivel del corazón, una vez que ya haya sido inmovilizada. No se debe dar ningún líquido a la persona por vía oral, por si se la debe someter a una intervención quirúrgica.
Los mayores riesgos al realizar un traslado por medios propios es lesionar órganos adyacentes a la fractura y provocar hemorragias y/o infecciones.
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